lunes, junio 12, 2006

DOS SERES SIN LOS QUE NO SERÍA POSIBLE NUESTRA EXISTENCIA… DOS SERES QUE DAN SIN ESPERAR… DOS SERES QUE PERDONAN Y AMAN SIN LÍMITES PAPÁ Y MAMÁ


Día del padre y la madre

NUESTROS PADRES… ¿SERA QUE UN DIA EN EL AÑO ES SUFICIENTE?

La celebración del día de la madre se origino en la antigua Grecia en honor a Rhea, madre de Júpiter, Neptuno y Plutón, posteriormente en el siglo XX VII comienza una festividad llamada domingo de servir a la madre, ese día los criados o esclavos que vivían lejos de sus hogares regresaban a sus casas y con grandes agasajos, tortas, flores, dulces y obsequios celebraban esa importante y nombrada festividad.

En Estados Unidos, Ana Jarvis, una joven que después de morir su madre se dedica a enviar cartas a las autoridades políticas y religiosas para que se declarara el segundo domingo de mayo como el día de la madre, logró que en 1914 el presidente Woodrow Wilson aprobara el proyecto por medio del cual hoy en día en mas de 40 países se celebre el día de las madres el segundo domingo de mayo.

Para esa época la estadounidense Smart Dood propuso que se celebrara el segundo domingo de junio el día del padre, en honor a su progenitor quien hacia las veces de padre y de madre, sin embargo su propuesta quedó en el olvido hasta 1972 cuando gracias a la insistencia de Harry C. Meek Presidente del Club de Leones de Chicago se logró por fin una fecha oficial para la celebración del día del padre en Estados Unidos y esta misma fecha fue adoptada por todas las naciones.

Desde esta época hasta la nuestra, las familias se reúnen y festejan en honor a sus padres: regalos, atenciones, visitas inesperadas, dulces, serenatas, flores, tarjetas, licor, oraciones, besos y un sin numero de dádivas que colman por un día la felicidad de “los viejos”, “los cuchos”, “los padres”, los progenitores”, “los papas”, “los papitos” o como cada quien los llame y ese día parece olvidarse todo, los dolores desaparecen, las arrugas se desvanecen, se puede sonreír abiertamente, todas las lágrimas que corren son de alegría y parece que las dificultades económicas, familiares y personales quedaran en el pasado. En ese día, los más osados, a los que no le temen expresar sus sentimientos, toman a sus padres abrazados y les dicen TE QUIERO MUCHO y la felicidad no cabe en los corazones de aquellos seres que solo esperan que llegue el siguiente año para sentir tan cerca nuevamente a los amores mas grandes de su vida: sus hijos.

Pues al llegar al día siguiente se rompe el encanto y los padres y madres regresan a su estado de vida normal, la mayoría solos, enfermos, viejos y olvidados por sus hijos, tal vez muriendo acompañados por el recuerdo de aquellos pequeños que les regalaron tanta alegría cuando nacieron y que ahora no saben ni donde ni con quien están.

Es tanto el esfuerzo de estos seres benditos y tanta la ingratitud. ¿Será que es suficiente un día al año para retribuir el bien de una vida completa? ¿Puede un regalo calmar el dolor de un corazón destrozado por la indiferencia?

Pero paradójicamente, es mas acudido y mas renombrado el día de la madre que el día del padre, tal vez porque los mismos padres se han encargado con el tiempo de aislarse de las familias y de “cumplirle” económicamente al hogar “para que no les falte nada” y por el afán del trabajo olvidan el apoyo personal que necesitan los hijos y para que esta sea una reflexión compartida , aquí esta una hermosa lectura que haciendo alusión a los padres, quiere departir con la comunidad doña Irma Flores, una madre muy dedicada de nuestro municipio:

NO TENGO TIEMPO

Sabes hijo mió, hasta hoy no tuve tiempo para jugar con tigo. Tengo tiempo para todo, menos para verte crecer. Nunca jugué con tigo. Se que tu me lo pedías, pero sabes que soy muy importante y no tengo tiempo.

Soy importante para numerosas invitaciones sociales, una serie de compromisos ineludible y dejar todo eso para sentarme en el suelo con tigo: ah, no tengo tiempo. Un día viniste hasta mí con el cuaderno de la escuela. Ni te mire. Seguí leyendo el diario. Al fin de cuentas los problemas internacionales son más serios que los de mi casa.

Nunca vi tu boletín, ni se quien es tu maestra. No sabia cual fue tu primera palabra. También tu me entiendes, no, no tengo tiempo. De que sirve saber las más mínimas cosas de ti, si tengo otras grandes cosas que saber.

Hombre, ¡como has crecido! ¡Ya superaste mi cintura! Estas alto: no me había dado cuenta. Es que por otra parte no advierto casi nada. Mi vida es una carrera. Y cuando tengo tiempo prefiero pasarlo a fuera. Y si lo paso aquí, me paso enmudecido frente a la televisión, por que la televisión es importante y me informa mucho. Sabes hijo mió, la última vez que tuve tiempo para ti, fue una noche nueve meses antes de que tú nacieras.

Hombre, se que te quejas, se que sientes la falta de una palabra, de una pregunta mía, de que corramos, de un punta pie en tu pelota: pero es que no tengo tiempo. Se que sientes la falta del abrazo y de la risa; De ir a pie a comprar caramelos, de caminar hasta el kiosco a comprar el pato Donald, pero sabes cuanto tiempo hace que no voy a pie por la calle. No tengo tiempo. Tú entiendes, soy un hombre importante. Tengo que atender a mucha gente. Dependo de ellas. Hijo, tu no entiendes nada de negocios. En realidad soy un hombre sin tiempo. Yo se que te disgustas, por que las pocas veces que hablamos es un monologo. Solo yo hablo, y casi siempre es discusión. “quiero silencio” “quiero tranquilidad”, y tu, tu tienes la pésima costumbre de venir corriendo y hacharte encima de uno. Tienes la manía de saltar a los brazos de la gente, hijo no, no, no tengo tiempo para abrasarte; no tengo tiempo para hablar con niños a si, sin ton ni son.

Porque que entiendes tu de computadoras, comunicación cibernética, racionalismo, informática. ¿Cómo puedo detenerme a conversar con tigo? Sabes hijo, no, no tengo tiempo.

Pero lo peor de todo, lo peor de todo es que si murieras ahora, ya en este instante, me quedaría con un peso en la conciencia, por que hasta hoy no encontré tiempo para jugar con tigo y en la otra vida, seguro no tendrá tiempo de dejarme al menos verte.



Sea esta la oportunidad para resaltar aquellos padres para los cuales el tiempo es solo para sus hijos, todo lo que hacen es en pro de su bienestar y de su calidad de vida y son ellos el ejemplo para todos, sobre todo para aquellos que apenas inician esta nueva etapa de vida: Ser padres.

Un gran abrazo para estos padres y madres que han forjado grandes hombres y mujeres para nuestra comunidad:



DIONISIA HERNANDEZ VUELVAS: Doña Dionisia nació en Necoclí hace 45 años y actualmente reside en el casco urbano del municipio, orgullosa madre de dos hijos Jhon Joel, quien trabaja y colabora económicamente con el hogar y Héctor Hugo es estudiante. Ella es cabeza de hogar desde hace 27 años, ya que su esposo Martín Enrique Pérez de 79 años padece una enfermedad que no le permite desempeñarse laboralmente, ha trabajado en casas de familia y en el grupo de mujeres para lograr la superación de su familia y cuenta además que sus palabras de aliento y comprensión han hecho de sus hijos grandes hombres.

EDUARDO MARIN PORRAS: Don Eduardo Marín es un personaje reconocido en nuestro municipio, pues además de la labor que desempeña como odontólogo reconocido en su consultorio particular, es un participante activo en diversas actividades sociales del la comunidad, pero lo que muchos desconocen es que es un padre muy abnegado: su familia esta constituida por su esposa Lorena Mancilla y sus dos hijos Mateo y Juanita a quienes según él dedica mucho tiempo desde hace siete años cuando el pequeño Mateo vino al mundo y para el lo más importante es que además de ser papá es amigo y compañero y como tal los trata.

MARIA OMAIRA TABORDA BETANCUR. Doña Omaira es una feliz madre de seis hijos: Fredy, Lorena, Sergio, Jorge Mario, Sebastián y Daniel, a los cuales les ha dedicado la mayor parte de su vida de forma desinteresada y con mucho amor. Comenta que gracias a su responsabilidad, sus consejos y su buen ejemplo ha generado en sus hijos compromiso de superación y ha logrado que sean personas de bien.

FRANCISCO EMIRO ROJO MORALES: Don Emiro es habitante de la vereda la Quiebra de nuestro municipio, padre ejemplar de siete barones y una mujer y líder muy comprometido de nuestra comunidad, él piensa que los hijos son muy fundamentales en el hogar y que son un apoyo muy grande para cuando se es mayor, cuenta con orgullo como ellos se encargan del trabajo de su finca y resalta que la dedicación, la confianza y los buenos consejos hacen que sen “juiciosos” y valiosos para su familia y la sociedad.
Por :Adriana Mesa