PERSONAJE DEL MES
Otilio, el personaje que todos los angostureños conocen...
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Jesús Otilio Atehortúa Pérez nació en la vereda Santa Ana del municipio de Angostura el 29 de mayo de 1932, vivió allí durante 30 años. Sus padres Carmen Julia Pérez y Marco Antonio Atehortúa, tuvieron 18 hijos de los cuales ocho ya murieron, Otilio es el tercero, recuerda vagamente los nombres de algunos de sus hermanos: Salvador, Gabriel, Magola, Reinaldo, Saulo, Saralía, Ilduara, Neftalí, Argemiro y Cruselva.
Vivió su infancia en las labores del campo, pero también sacaba tiempo para jugar y tocar el tiple junto con su hermano, animaban fiestas y era todo un “bailador”, en ese tiempo no había televisión y no sabían nada del fútbol, así que “jugaba con bolas de cristal tirando a una torre de corosos”; era y sigue siendo un buen conversador, es un hombre lleno de historias, contaba que desde los doce años recuerda que soñaba con ser peluquero, el oficio que aprendió gracias a que sus tíos dejaban que él se quedara viéndolos motilar, pero donde realmente se instruyó en el oficio fué con don Ananías Villegas -un peluquero del municipio de Angostura- que dejaba que practicara con sus clientes y él en su casa afianzaba lo aprendido “trasquilando” a sus hermanos, y aunque solo estudio hasta segundo de primaria, ya lleva mas de 40 años en este reconocido oficio.
Se casó a los 30 años con Deyanira Vásquez, –fallecida hace 27 años- nacida también en Santa Ana, tuvo cinco hijos, Luz Dary, Albeiro, Yancely, Claudia y Reinaldo -que ya falleció-; recién casados se mudaron a vivir al pueblo, desde ese momento el empezó a motilar en la calle hasta que consiguió un local y montó su propia barbería y peluquería; con el paso del tiempo fue organizándose y decidió convertirlo en tienda pero sin quitarle la actividad inicial; tiene 74 años de vida y aunque su salud se ha deteriorado él sigue con el mismo entusiasmo y las mismas ganas de continuar en su trabajo, aunque ahora por su edad su hija Claudia le colabora en la tienda y él cumple algunos turnos en la barbería, sigue con ese mismo entusiasmo haciendo lo que más le gusta.
Que las ganas de vivir nunca se agoten y que la fé nunca se apague.
Por: Viviana Osorio
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