miércoles, octubre 11, 2006

TEMA CENTRAL

DÍA DE LA RAZA
Argentina, 04 de octubre de 1917, el presidente argentino Hipólito Yrigoven declaró el 12 de octubre como “día de la raza” y “fiesta nacional” no laborable, decreto que mas tarde fuera adoptado por los demás países americanos hasta llegar a los Estados Unidos.

Después de repasar un poco la historia sobre como nació el día de la raza, es importante recordar lo que el primer decreto rezaba para su constitución “…El día de la raza se celebra para unir aquellos pueblos o países que tienen en común la lengua, el origen o la religión”…, así las cosas, se celebra el día de la diversidad de las culturas, las costumbres, las tradiciones de cada pueblo y nación, lo que permite una gran autonomía, pero sea esta la oportunidad para que nosotros: Latinoamericanos, colombianos, antioqueños, nos preguntemos ¿Qué costumbres estamos celebrando? ¿Son acaso las costumbres de nuestros conquistadores? ¿Las costumbres de nuestros países vecinos?, para dar respuesta a estas preguntas es necesario remitirnos un poco a nuestros antecedentes:

En la meseta de Santa Rosa, lo que hoy comprende todos los municipios del norte de Antioquia, basados en excavaciones de guaquería se han logrado encontrar sepulturas indígenas, que posteriormente se han considerado como referentes para determinar los grupos étnicos pobladores de la zona y hallazgos como herramientas elaboradas en piedra utilizadas para la caza, la agricultura y la minería, acompañados de piezas de oro de la colección “Objetos maestros” reconocidas a nivel nacional, como lo es el Poporo: “Una botella de oro en forma de fruta que se utilizaba para mezclar coca, perteneciente al tesoro Quimbaya” y que es considerada una pieza valiosa para la historia, el cual, (según describe la cátedra municipal de Angostura) fuera hallado en una guaca en la vereda Pajarito e identificado por Liborio Zerda en el año de 1882 y que hoy reposa en el Museo del Oro Banco de La República; permiten establecer que los primeros habitantes fueran los Indígenas Nutabes y los Tahamíes, los primeros reconocidos como grandes agricultores y cazadores y los segundos como grandes mineros, protagonistas dentro de nuestro proceso de evolución cultural y descubrimiento, ya que varios de los municipios que conforman esta zona del departamento fueron fundados por asentamientos mineros, como el caso de Amalfi, entre otros.
De ésta manera se establece que nuestra raza es indígena, e indígenas nuestras costumbres, pero no es eso lo que celebramos, hacemos parte de la celebración de la “Hispanidad” y nos dejamos contagiar de la alegría del descubrimiento, olvidando nuestros antecedentes, que nuestra verdadera raza es la de hombres y mujeres trabajadores, transformadores de los recursos y conservadores del entorno.

La invitación para nuestra raza: indígena, minera o hispana, es atesorar nuestra cultura, no permitir que nuestras costumbres sean “guaqueadas” como nuestros tesoros y celebrar este día haciendo homenaje a todos aquellos que por preservar nuestra identidad han entregado su aliento, derramado su sangre y sacrificado sus propios sueños.

Por: Adriana Mesa